domingo, 31 de enero de 2010

Sobre la orilla se disuelve mi corazon de arena
tu cabello enreda mis pasos que sombras florecen

Palpitante la arena recorre la sangre
mientras tus ojos
senderos
palpitante se desvanece el corazon
y la tarde
y mi alma

solo queda la marca en mi alma
y la alegria extraña
y tu sangre
y mi sangre