martes, 10 de agosto de 2010

UNA VEZ

Una Pantera se arrecuesta en la orilla del Rio y lo lleva al mar,
figura con luna oscura
Brillante tus ojos
de tu alma y sangre brota la vida hermosa del agua
Bebiendo sal y dulce nada en los encrespados follajes
saltando de costas a selvas
radiante me dirijo a la noche
radiante en plena oscuridad
buscando la presa
ella hermosa y radiante se encuentra en la orilla
Yo con el resplandor de las tardes guardado tras el manto de la noche me acerco
a cerca de su corazón oliéndolo
cual trozo de carne envuelto en flores y carne
piel
su olor queda
en sueños
de su despertar avanza la noche
y el dia
y la noche
En sus pies , en las garras
cabalgan imágenes paganas
divinas
de un cielo sin fin

de su sangre brota el amor y la dicha
La pantera muere
Y mis ojos están más cerca a los suyos
detrás de ellos luego
siembro una flor